PASO 1: Colocar en un bowl, el agua con el azúcar. Disolver bien y luego agregar la levadura fresca, dejar reposar por unos 8 minutos.
PASO 2: Agregar la sal, anís, huevos y toda la harina. Mezclar de a poco con las manos hasta que la masa esté aguanosa. Dejar leudar hasta que la masa adquiera el doble de tamaño.
PASO 3: Colocar la manteca en la sartén (también puede usarse aceite) y dejar que se caliente bien. Mientras, untar las manos en el aceite para que la masa no se te pegue.
PASO 4: Tomar la masa con las manos aceitadas y separar puñados con la punta de los dedos, para darles forma redonda. Estas bolitas deben ser delgadas. Antes de echar los puñados en la sartén, hacerles un agujerito en el medio con la parte de atrás de una cuchara de madera.
PASO 5: Cuando se doren de un lado, darlos vuelta por el agujerito con un tenedor o cuchillo. Cuándo ya se hayan cocido bien, escurrir los buñuelos en una coladera y luego colocarlos en la fuente en la que se van a servir. Se recomienda acompañar los buñuelos con miel de caña.